El otro día salí del trabajo sin ni idea de qué comida preparar para el almuerzo. Me fui por la pescadería a por un pescado para freír aunque normalmente dejo que el pescadito me cuente como quiere que lo prepare, pero cuando vi el abae que se exponía en el mostrador ya no pude mirar hacia otro lado. Y...pa mi. Que me lo traje a casa y bueno sin mucha fiesta se hizo el milagro, comidita para tres sin más explicaciones.
Se que a veces llegar a casa y tener que cocinar sin tiempo y con hambre se hace cuesta arriba y desesperadamente acudes a comida preparada o pre-cocinada para salir del paso, sobretodo cuando hay más bocas esperando. Si lo piensas, me hubiese costado más freír cualquier tinglado o cocinar una pizza, sin hablar de la diferencia (no hay color), que lo que empleé en preparar este manjar.
Una rustidera, el bicho, un poco de aceite virgen en el fondo y una buena rociada sobre él, majadito de ajo perejil y sal y 20 minutos de horno.
En lo que el horno hacía su trabajo nos preparamos la ensaladita y ya.
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